Hola a todos, ayer probé el microscopio que me trajeron los Reyes y quería compartir con vosotros la experiencia. Se trata del binocular Optika-b159, os dejo las características en la web del fabricante:
http://www.optikamicroscopes.com/index.php?option=com_virtuemart&view=productdetails&virtuemart_product_id=22&virtuemart_category_id=3&lang=es
Todo llegó bastante protegido, ¡sin instrucciones! menuda cagada

el quipo incluye aceite de inmersión, un filtro verde, dos oculares, el cable para la luz y una funda. El montaje no tiene misterio, sólo poner el cabeza y los oculares, sin problemas. No he tenido en mis manos más microscopios para comparar pero la construcción me parece sólida y los movimientos muy suaves. El cable de la corriente es un poco corto.

Para comenzar por algo sencillo, me hice con una cajita de preparados permanentes de Konus, 20€ si no recuerdo mal. Como había leído, las muestras vienen bastante sucias pero nada que no se pueda remediar. Cogí el porta con paramecios y lo coloqué en la platina, a los pocos segundos ya lo estaba viendo a foco y sabía moverme por la muestra más o menos con soltura. Por cierto,
¿para que sirve la palanca que hace subir o bajar el condensador? no veo cambios evidentes.Sobre la calidad de imagen, al tener objetivos simples (acromáticos), estaba convencido que me iba a encontrar con una visión nítida en el centro pero sin tirar cohetes y con algo monstruoso según me alejaba del centro y para nada, encuentro toda la imagen homogénea, mi ojo no detecta aberraciones. Sin poder comparar con algo mejor, en este aspecto quedo totalmente satisfecho.
Después de ver todos los preparados (sin entender mucho qué estaba viendo) decidí pasar a la acción, era el momento del agua del tiesto ese que tengo medio abandonado. Con el estereoscopio había visto en ocasiones ciliados, incluso una bipartición pero ayer, no había una mierda
Era el momento del plan B, desde hace una semana tengo en la terraza una maceta llena de agua con un poco de arroz cocido en el interior, el agua está un poco turbia ya, ¡no podía fallar aquello! tomé unas muestras y ¿que había allí? NADA. Os puedo asegurar que no era problema de foco ni de aumentos, simplemente no había nada que rascar. Como comprenderéis, a las tantas de la noche y con la ilusión por los suelos, no podía irme a la cama con aquella impresión, así que ya desesperado me dije, último intento, cogí un bastoncillo de los oídos, me lo pasé por toda la boca e hice el frotis más cutre que os podáis imaginar. NADA